Cada año se suicidan en el mundo casi un millón de personas, lo que supone una tasa de mortalidad “global” de 16 por 100.000 habitantes, o una muerte cada 40 segundos. En los últimos 45 años las tasas de suicidio han aumentado en un 60% a nivel mundial. Es una de las tres primeras causas de defunción entre las personas de 15 a 44 años en algunos países, y la segunda causa en el grupo de 10 a 24 años, pero estas cifras no incluyen las tentativas de suicidio, que son hasta 20 veces más frecuentes que los casos de suicidio consumado. (OMS, Prevención del suicidio (SUPRE), 2012)
Los profesionales de la Fundación para la Investigación en Psicoterapia y Personalidad (FUNDIPP) sienten la necesidad de ayudar a derribar el “tabú” del suicidio, dando su opinión como profesionales con experiencia en este campo.
A nivel mundial, la prevención del suicidio es una necesidad que no se ha abordado de forma adecuada debido básicamente a la falta de sensibilización sobre la importancia de ese problema y al “tabú” que lo rodea e impide que se hable abiertamente de ello. De hecho solo unos cuantos países han incluido la prevención del suicidio como una de sus prioridades.
El hecho de que se impida hablar abiertamente de ello, significa que cada pensamiento suicida no se permite ni a nivel personal ni a nivel social, con lo cual, se genera un problema mayor ya que interfiere en que los individuos puedan solicitar la ayuda necesaria. La decisión a tomar no debería ser “vivir o morir”, sino la luz roja que te avisa de que algo no va bien.
Desde la FUNDIPP creemos necesario dar un nuevo enfoque a esta problemática. Existen datos que confirma que los intentos previos son uno de los factores más importantes dentro del riesgo de suicidio. Por otro lado, conforme la ideación suicida se alarga en el tiempo sin acompañarse de intentos ni de planes, disminuye el riesgo. La detección precoz de las ideas suicidas y la adherencia a la terapia post-tentativa, como se observa en los pacientes del Programa de Prevención de la Conducta Suicida (PPCS) de Barcelona, disminuye las recidivas. (Conclusiones PPCS del Distrito de la Dreta de l’Eixample de Barcelona 2005-2008)
Los medios de comunicación ocultan el suicidio a modo preventivo. En nuestra opinión, no se debe hablar del suicidio exclusivamente dando datos específicos de las diferentes formas de quitarse la vida, pero si se puede y se debe hablar del suicidio como un problema social que necesita de un cambio de mentalidad. Se trata por tanto de borrar el estigma del suicidio, de prevenirlo y abordarlo desde una perspectiva global, pues el silencio solo ha conseguido agravarlo.
Nuestra Fundación, esta especializado en psicoterapia en general y en un abordaje integrado de una de las patologías con mayor índice de suicidio, el Trastorno Limite de la Personalidad (TLP). Desde nuestra experiencia sabemos que la prevención del suicidio es una prioridad y que la intervención precoz en las conductas suicidas es decisiva.
El suicidio es un problema complejo en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales. Por lo tanto es evidente que la prevención del suicidio requiere de la intervención de más sectores a parte del sanitario y exige un cambio de enfoque, más innovador, integral y multisectorial. Algunos de esos sectores son la educación, política, religión, justicia, medios de comunicación…
Antes de la crisis ya se suicidaban diez personas al día en España y un millón al año en el mundo. Actualmente tras la crisis mundial que estamos sufriendo, se están reclamando datos inmediatos sobre la tasa de prevalencia actual y su correlación con la crisis actual. Los suicidios por desalojos de la vivienda en ejecuciones hipotecarias, son ejecuciones de personas desesperadas. A nadie se le escapa que es necesario actuaciones políticas ante esta problemática.
No solo se necesita de intervenciones puntuales ante este momento de crisis, sino de una reflexión crítica del contexto y de un cambio social que permita la creación de planes de intervención y prevención del suicidio que generen recursos al alcance de todo el que lo necesite. Todo ello debe llevar a crear una sociedad en la que la noticia sea la disminución de las tasas de suicidio y el incremento del grado de bienestar.
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