Estudios realizados acerca de los efectos del bullying, ponen de manifiesto que sufrir acoso escolar durante la infancia puede generar problemas psiquiátricos durante esta etapa, tanto en las víctimas que lo padecen, como en los agresores que lo llevan a cabo, efectos que perduran durante la edad adulta, con las peores consecuencias.
Para llegar a esta conclusión se realizo un estudio prospectivo donde se valoraba si la intimidación y/o ser intimidado, esto es estar en categoría de víctima, matón o ambas dos, al sufrir acoso escolar durante la infancia, predecía trastornos de origen psiquiátrico.
Después de considerar los problemas psiquiátricos durante la niñez y/o las dificultades familiares, se encontró que las víctimas de acoso escolar siguen teniendo una mayor prevalencia de agorafobia, ansiedad generalizada y trastorno de pánico, mientras que tanto los agresores/víctimas estarían en mayor riesgo de presentar depresión en el intervalo de edad adulto/jóvenes (19, 21 y 24 a 26 años), manifestándose en mujeres casos de trastorno de pánico con agorafobia y un mayor numero de tendencias suicidas (incluyendo en este área los pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida y/o intento de suicidio), en hombres. Mientras que el grupo denominado de matones tan solo mostraría estar en riesgo de causar trastorno de la personalidad antisocial.
William E. Copeland, PhD; Dieter Wolke, PhD; Adrian Angold, MRCPsych, E. Jane Costello, PhD
Fuente: JAMA Psiquiatría. 2013; () :1-8. doi: 10.1001/jamapsychiatry.2013.504.
Publicado en Internet el febrero 20, 2013
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